El poder de una cámara
Hoy estaba haciendo una investigación para presentar a mis alumnos, que están comenzando una nueva fase en la fotografía, y me encontré con una película llamada “Reporteros de Guerra” que narra la experiencia de un fotógrafo durante la cobertura de un conflicto. Lo que me llamó la atención fue una escena en la que este fotoperiodista está en una conferencia y le preguntan sobre una fotografía de una niña que estaba siendo atacada por buitres y estaba muy debilitada. La pregunta que le hicieron al fotógrafo fue si no habría ayudado a la niña espantando al ave. Él responde que sí, después de haber asegurado su foto, pero la pregunta continúa más allá de ese momento, si ayudó a la niña y si sabía cómo estaba. En realidad, él espanta al ave y sigue su camino, y la niña no morió, pero en el mismo año depués de recibir el premio Pulitzer por esta foto (abajo), Kevin Carter se suicida y la nña fue recatada e sobrevivió.
Foto de Kevin Carter |
Ahora surge una cuestión: ¿hasta qué punto debemos involucrarnos con el tema de nuestra escritura y cuánto este involucramiento hace que nuestra narrativa sea más o menos importante que la situación retratada o el ser presente en esta narrativa? En este ejemplo, estamos viendo a un profesional de la información, de la comunicación, que está allí con la función primaria de reportar, y esta es una tarea importantísima. Pero la cuestión de la humanidad de este profesional, ¿será que es pura frialdad el no involucrarse en una situación como la que estaba retratando, que era la extrema miseria al punto de que una niña estuviera a punto de ser mutilada por un buitre? La respuesta parece ser muy fácil - Pura frialdad y falta de empatía... Pero él hizo lo que la mayoría haría, aseguró su imagen y ayudó de la mejor manera que pudo dentro de su espacio y tiempo de trabajo.
Foto de Sebastião Salgado |
Ahora viene la gran cuestión: el poder de la imagen y lo que el fotógrafo tiene en sus manos y su mirada cuando está en posesión de su cámara. Tenemos el poder de transformar realidades, tal vez y casi siempre no inmediato, pero cuando revelamos nuestro producto, que son las imágenes que escribimos con luz, estamos comenzando una segunda parte de nuestro viaje dentro del largo camino de la fotografia. Tenemos el poder de "eternizar" um momento simplesmente o de clamar, en el más puro silencio e inmovilidad, hechos que estsán moviendo vidas en el sentido más profundo. Estamos a punto de traer en la inmovilidad de nuestra escritura la transformación y un movimiento único en vidas de las cuales ni siquiera tuvimos contacto o conocimiento, pero nuestra imagen inerte provocó un movimiento, una transformación y no un simple cambio.
Foto de Oriovaldo dos Santos - CPD DOC JB |
Incluso cuando estamos escribiendo nuestras imágenes dentro de un espacio donde tenemos todo el control de la situación, donde la luz está bajo nuestro comando, voluntad y técnica, podemos y estamos siendo agentes de alguna transformación. Por este motivo, tenemos que mirar la fotografia como algo que va mucho más allá de disparar un obturador, da hace el cálculo de la luz perfecta. La fotografía es arte y el arte tiene un compromiso con la vida, el arte es muchas veces la voz de aquellos que no tienen cómo expresarse y por eso: hablo del ensordecedor clamor que trae una escritura luminosa y todo el drama y dolor en la pérdida de un hijo o la plena alegría de la victoria de un pueblo a través de alguien, un pueblo oprimido y una nación de resilientes y resistentes como el pueblo brasileño.
Foto de Oziel Aragão |
Fuente: Gazeta do Povo.com.br |
Por Paulo Santana, periodista y productor de imágenes
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